¿Te cuesta poder seguir?; ¿Te cuesta?; ¿tus fuerzas ya no dan... y tu fe ya no puede mas...? Sigue! Aunque ya no puedas! Sigue! Aunque ya no sientas! Sigue! Tú sabes a quien sirves! Sigue!
Verás al final una hermosa luz, el rostro de Jesús, que viene por tí! Trae una corona para tí, por seguir...por llegar! Sigue! Vamos sigue orando! Sigue! Sigue en él confiando, tu oración ya la oyó! aún con tu poca fé! Sigue! Aunque ya no puedas Sigue! Aunque te estés ahogando, vamos! sigue hermano! ya te falta poco para ver su obra terminar! Para que veas tú fé ganar, y tus lágrimas en gozo cambiarán. Cambiarán Llegarás! Tú llegaras! Tú llegaras....sólo sigue!
Martín Valverde
VEN JESÚS
Ven, Jesús esperado, nacido para liberar a tu pueblo; De nuestros temores y pecados libéranos, Deja que en ti descanso encontremos. De Israel la fortaleza y el consuelo, Eres la esperanza del mundo entero, De todas las naciones el más querido deseo, El gozo de todo corazón lleno de anhelo.
1Pe 2:9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que nos llamo
Nadie alcanza la meta con un solo intento, ni perfecciona la vida con una sola rectificación, ni alcanza altura con un solo vuelo.
Nadie camina la vida sin haber pisado en falso muchas veces, ni recoge cosecha sin probar muchos sinsabores, enterrar muchas semillas y abonar mucha tierra.
Nadie mira la vida sin acobardarse en muchas ocasiones, ni se mete en el barco sin temerle a la tempestad, ni llega a puerto sin remar muchas veces.
Nadie siente el amor sin probar sus lágrimas, ni recoge rosas sin sentir sus espinas
¡Nadie hace obras sin martillar sobre las rocas, ni cultiva amistad sin renunciar a sí mismo, ni se hace hombre sin sentir a Dios!
Nadie llega a la otra orilla sin haber ido haciendo puentes para pasar.
Nadie deja el alma lustrosa
sin el pulimento diario de Dios.
Nadie puede juzgar
sin conocer primero su propia debilidad.
Nadie consigue su ideal
sin haber pensado muchas veces que perseguía un imposible.
Nadie conoce la oportunidad
hasta que ésta pasa por su lado y la deja ir
Nadie encuentra el pozo de DIOS
hasta caminar por la sed del desierto. Pero nadie deja de llegar, cuando se tiene la claridad de un don, el crecimiento de su voluntad, la abundancia de la vida, el poder para realizarse y el impulso de DIOS. Nadie deja de arder con fuego dentro.
Nadie deja de llegar cuando de verdad se lo propone. Si sacas todo lo que tienes y estás con Dios... ¡Vas a llegar!
Anoche soñé que podía volar y al extender mis manos en el cielo estar mirando a todas las cosas pequeñas aún las montañas se movían para mi
Anoche soñé que podía volar lejos de todo en un momento podía estar quiero escapar del pecado que me persigue quiero volar y contigo estar por siempre
Déjame volar, en tu presencia quiero estar lejos de todo lo que me aparta de ti Señor déjame volar, tu hermosura contemplar salir de enmedio de la gente que respira maldad
Déjame volar
Anoche soñé que podía volar tal como el águila que con alas extendidas está que cuando sufre, y cuando duele levanta su vuelo y encuentra refugio en el cielo
Déjame volar, en tu presencia quiero estar lejos de todo lo que me aparta de ti Señor déjame volar, tu hermosura contemplar salir de enmedio de la gente que respira maldad
Déjame volar, en las alturas quiero andar lejos de todo lo que impida el fluir Señor déjame volar déjame volar
Déjame volar, en tu presencia quiero estar lejos de todo lo que me aparta de ti Señor déjame volar, tu hermosura contemplar salir de enmedio de la gente que respira maldad
Déjame volar, en las alturas quiero andar lejos de todo lo que impida el fluir Señor déjame volar déjame volar
Cristo es la peña de Horeb que esta brotando, Agua de vida saludable para ti.
Van a tomarla que es mas dulce que la miel; refresca el alma, refresca todo tu ser. Cristo es la peña de Horeb que esta brotando, Agua de vida saludable para ti.
Cristo es el lirio del valle de las flores, El es la rosa blanca y pura de Saron. Cristo es la vida y amor de los amores, El es la eterna fuente de la savación.
Ven a buscarla en tu triste condición; Refresca el alma, refresca todo tu ser, Cristo es el lirio del valle de las flores; El es la rosa blanca y pura de Saron.
Tiempo atrás, yo era vecino de un médico, cuyo "hobby" era plantar árboles en el enorme patio de su casa. A veces observaba, desde mi ventana, su esfuerzo por plantar árboles y más árboles, todos los días.
Lo que más llamaba mi atención, entretanto, era el hecho de que él jamás regaba los brotes que plantaba. Pasé a notar, después de algún tiempo, que sus árboles estaban demorando mucho en crecer.
Cierto día, resolví entonces aproximarme al médico y le pregunté si él no tenía recelo de que las plantas no creciesen, pues percibía que él nunca las regaba. Fue cuando, con un aire orgulloso, él me describió su fantástica teoría. Me dijo que, si regase sus plantas, las raíces se acomodarían en la superficie y quedarían siempre esperando por el agua fácil, que venía de encima. Como él no las regaba, los árboles demorarían más para crecer, pero sus raíces tenderían a migrar para lo más profundo, en busca del agua y de las varias nutrientes encontradas en las capas más inferiores del suelo.
Así, según èl, los árboles tendrían raíces profundas y serían más resistentes a las intemperies. Y agrego que él frecuentemente daba unas palmadas en sus árboles, con un diario doblado, y que hacía eso para que se mantuviesen siempre despiertas y atentas. Esa fue la única conversación que tuvimos con mi vecino.
Tiempo después fui a vivir a otro país, y nunca más volví a verlo. Varios años después, al retornar del exterior, fui a dar una mirada a mi antigua residencia. Al aproximarme, noté un bosque que no había antes. ¡¡Mi antiguo vecino, había realizado su sueño!!.
Lo curioso es que aquel era un día de un viento muy fuerte y helado, en que los árboles de la calle estaban arqueados, como si no estuviesen resistiendo al rigor del invierno. Entretanto, al aproximarme al patio del médico, noté cómo estaban sólidos sus árboles: prácticamente no se movían, resistiendo estoicamente aquel fuerte viento.
Qué efecto curioso, pensé... Las adversidades por las cuales aquellos árboles habían pasado, llevando palmaditas y habiendo sido privados de agua, parecía que los había beneficiado de un modo que el confort y el tratamiento más fácil jamás lo habrían conseguido.
Todas las noches, antes de ir a acostarme, doy siempre una mirada a mis hijos. Observo atentamente sus camas y veo cómo ellos han crecido. Frecuentemente oro por ellos. En la mayoría de las veces, pido para que sus vidas sean fáciles, para que no sufran las dificultades y agresiones de este mundo... He pensado, entretanto, que es hora de cambiar mis oraciones.
Ese cambio tiene que ver con el hecho de que es inevitable que los vientos helados y fuertes nos alcancen. Sé que ellos encontrarán innumerables dificultades y que, por tanto, mis deseos de que las dificultades no ocurran, han sido muy ingenuos. Siempre habrá una tempestad en algún momento de nuestras vidas, porque, querramos o no, la vida no es muy fácil.
Al contrario de lo que siempre he hecho, pasaré a orar para que mis hijos crezcan con raíces profundas, de tal forma que puedan retirar energía de las mejores fuentes, de las más divinas, que se encuentran siempre en los lugares más difíciles.
Pedimos siempre tener facilidades, pero en verdad lo que necesitamos hacer es pedir para desenvolver raíces fuertes y profundas, de tal modo que cuando las tempestades lleguen y los vientos helados soplen, resistamos bravamente, en vez de que seamos subyugados y doblegados.
Jeremías 17:8 Porque él será como el árbol plantado junto á las aguas, que junto a la corriente echará sus raìces, y no verá cuando viniere el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de hacer fruto.
La fe es un don de Dios que recibimos en el bautismo, pero también es consecuencia del testimonio de alguien que ya se encontró con Jesús Resucitado. Quizá tú has sido la causa de la fe de alguna persona. ¡felicidades!, esa es la tarea de todos los cristianos.
Heroe
Y estando Jesús en Bethania, en casa de Simónel leproso, 7 vino a él una mujer, teniendo un vaso de alabastro de ungüento de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa. 8 Lo cual viendo sus discípulos, se enojaron, diciendo: ¿Por qué se pierde esto? 9 Porque esto se podía vender por gran precio, y darse a los pobres.10 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué dais pena a esta mujer? Pues ha hecho conmigo buena obra. 11 Porque siempre tendréis pobres con vosotros, mas a mí no siempre me tendréis. 12 Porque echando este ungüento sobre mi cuerpo, para sepultarme lo ha hecho. 13 De cierto os digo, que donde quiera que este evangelio fuere predicado en todo el mundo, también será dicho para memoria de ella, lo que ésta ha hecho."
36 Y le rogó uno de los fariseos, que comiese con él. Y entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. 37 Y he aquí una mujer que había sido pecadora en la ciudad, como entendió que estaba a la mesa en casa de aquel fariseo, trajo un alabastro de ungüento, 38 y estando detrás a sus pies, comenzó llorando a regar con lágrimas sus pies, y los limpiaba con los cabellos de su cabeza; y besaba sus pies, y los ungía con el ungüento. 39 Y como vio esto el fariseo que le había convidado, habló entre sí, diciendo: Este, si fuera profeta, conocería quién y cuál es la mujer que le toca, que es pecadora.
40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él dice: Di, Maestro. 41 Un acreedor tenía dos deudores, el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; 42 y no teniendo ellos de qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de éstos le amará más? 43 Y respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquél al cual perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado. 44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, no diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha limpiado con los cabellos. 45 No me diste beso, mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. 46 No ungiste mi cabeza con óleo; mas ésta ha ungido con ungüento mis pies. 47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados son perdonados, porque amó mucho; mas al que se perdona poco, poco ama. 48 Y a ella dijo: Los pecados te son perdonados. 49 Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados? 50 Y dijo a la mujer:
Nacerán nuevas rosas quizás con más espinas; volarán en otros cielos oscuras golondrinas, y tu amor y el mío juntos
Y al caer nuevas lluvias en cada primavera brotarán como espumas de barcos que se alejan en sueños caricias extraídas de un pozo de ternura.
Y seremos amado por de este amor sincero y puro Y seremos los amos de este amor tan profundo. Y seguiremos juntos Y seremos , amigos, esposos; Tú serás mi guía; tu serás mis ojos. Yo seré tu risa, también tu sollozo.
Y seremos cuan penumbra que muere en el ocaso; yo seré tus huellas, tu serás mis pasos. y seremos como pasto bañado de rocío y seremos la rivera del más angosto río, pues si muere una orilla ha de morir la otra como muere en cautiverio la más hermosa gaviota
EN EL LENGUAJE DEL AMOR... UN TE QUIERO ES UN TE AMO, UNA LÁGRIMA ES UN CONSUELO Y UNA RISA UNA VIDA. EL SOL ES LA LUNA Y LA LUNA LAS ESTRELLAS, LAS ESTRELLAS SON SUEÑOS Y LOS SUEÑOS INFINITOS. EL AMOR LO ES TODO... EL INVIERNO NO EXISTE Y SÓLO REINA LA PRIMAVERA, LAS CALLES SE ADORNAN DE ROSAS Y EL MUNDO ES UN PARAÍSO. LA NOCHE ES BLANCA Y EL AMANECER SIEMPRE LLEGA, EL CIELO SE ALEGRA Y RÍEN LAS NUBES
He aquí un sembrador salió a sembrar. Mientras él sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la devoraron. La otra parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; brotó rápidamente, porque la tierra no era profunda. Pero cuando salió el sol, se quemó, y porque no tenía raíz, se secó. .
La otra parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; brotó rápidamente, porque la tierra no era profunda. Pero cuando salió el sol, se quemó, y porque no tenía raíz, se secó. Y otra parte cayó entre los espinos. Los espinos crecieron y la ahogaron, Y otra parte cayó en buena tierra y dio fruto, una a ciento, otra a sesenta y otra a treinta por uno. El que tiene oídos, que oiga" (Mateo 13:3-9).